De regreso a su programa, El diario de Mariana, la conductora dio detalles del mal momento que le tocó vivir al sufrir una gastroenteritis aguda
"Me sentía muy mal y ahí nomás me enchufaron, me pusieron el suero", contó. "Parecía Linda Blair en El Exorcista. Y tardé un montón en reponerme, pero estaba preocupada por mi hijo que seguía mal y quería volver a mi casa. (...) Cuando le di un beso a mi hijo antes de internarme, tuve la fantasía de que me despedía. Me dio una angustia...".
Mucha preocupación despertó la ausencia de Mariana Fabbiani al frente de su programa, El diario de Mariana, el martes pasado. Sin dar demasiados detalles, el panelista Diego Leuco explicó que la conductora se había sentido mal esa mañana, y que muy pronto estaría de regreso.
Sin embargo, LA NACION pudo saber horas más tarde que Fabbiani había sido derivada a un sanatorio de Barrio Norte, donde se encontraba en observación para monitorear la evolución de su salud: afectada por una gastroenteritis viral, había llegado hasta el lugar con un cuadro de deshidratación.
Este miércoles, finalmente, la conductora volvió a ponerse al frente de su programa, por la pantalla de Eltrece. Y, tras saludar efusivamente a su público, dio detalles de los duros días que le tocó vivir en la última semana.
Tras varios días de ausencia, Mariana Fabbiani habló sobre sobre su salud - Fuente: Youtube 6:46
"Estoy muy contenta de estar acá, los extrañé", arrancó diciendo. "¡Me pasó de todo! No sé por dónde arrancar [risas]. Me pasó que soy madre, que mi hijo Máximo estaba enfermo y estuvimos tres días sin dormir. La noche anterior estuve hasta las dos y media de la mañana atendiéndolo, para ver si mejoraba. Y yo me desperté a las cinco sintiéndome pésimo. Él tenía un cuadro de laringitis y me dijeron que fue el mismo virus, que se alojó de otra manera".
"Pensé que iba a mejorar para la tarde, pero fui empeorando... Hasta que me di cuenta de que era hora de internarme. Sentí que me moría, nunca me había pasado. No sé si alguno se deshidrató, pero es una sensación espantosa", siguió.
Con mucho humor, Fabbiani contó cómo fue su ingreso a la guardia del sanatorio: "Lo que entró a la clínica no era yo. Es muy buena la anécdota cuando entré, porque fui con una gorrita para que nadie me reconociera, y cuando llegué el guardia de seguridad me dijo 'pediatría es por allá' y yo le tuve que decir que era una adulta".
"Me sentía muy mal y ahí nomás me enchufaron, me pusieron el suero", contó. "Parecía Linda Blair en El Exorcista. Y tardé un montón en reponerme, pero estaba preocupada por mi hijo que seguía mal y quería volver a mi casa. (...) Cuando le di un beso a mi hijo antes de internarme, tuve la fantasía de que me despedía. Me dio una angustia...".
Luego de un día y medio en observación, Fabbiani recibió el alta, pero se le recomendó que hiciera varios días de reposo antes de regresar a sus obligaciones laborales.
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