Sergio Saracco, sin embargo, aseguró a radio Nihuil que existe un protocolo del Ministerio de Salud Nacional al que adhieren la provincia, similar al de la pandemia de H1-N1. Además aseguró que existe la infraestructura adecuada para enfrentar un posible caso.
Con el rebrote del virus del ébola en Liberia y otros países africanos, su paso a España y Estados Unidos (donde el enfermo falleció) y dos casos sospechosos (uno en Brasil y otro en Bolivia), el miedo a que la enfermedad llegue al país y Mendoza puso en alerta al sistema de salud nacional y provincial desde hace dos meses.
El jefe de Epidemiología de Mendoza, Sergio Saracco -quien fue ministro de Salud durante la Pandemia de Gripe H1-N1 en 2009- habló con radio Nihuil y aseguró que existe un protocolo desde agosto para casos sospechososo de ébola.
En este punto Saracco remarcó que en el caso del ébola hay una diferencia importante con enfermedades como la gripe o la varicela: "Mientras no hay síntomas, no hay contagio, lo cual nos da un margen de seguridad".
El funcionario luego subrayó: "Van a haber muchos casos sospechosos de ébola porque toda persona que presente fiebre mayor a 38° con dolor muscular -que puede ser producida por otras enfermedades como una simple faringitis-, que haya estado en los países de África Occidental o en contacto con pacientes con ébola se convierte inmediatamente en un caso sospechoso".
En esa situación se inicia un protocolo en el que el sospechoso de tener ébola será aislado a la espera de los resultados de los análisis. "Los estudios se mandarán al laboratorio Malbrán de Buenos Aires, que es de nivel 4. Si el resultado es positivo habrá que tratarlo".
El tratamiento es bastante simple, se administra una serie de sueros y se trabaja sobre el sitema inmunológico del paciente. Pero dependerá de cada caso la supervivencia del enfermo de ébola.
Lencinas, el hospital de referencia
Saracco informó que el hospital Lencinas tiene un pabellón de aislamiento en el que se tratan enfermedades contagiosas y de alta resistencia como HIV y tuberculosis. Luego agregó que el nosocomio tiene un buen aislamiento del resto de la sociedad y que a diferencia de otras enfermedades, para su contagio hay que tener contacto estrecho con las secreciones del enfermo (orina, materia fecal, sangre, esperma, sudor o vómito).
El médico también sostuvo que la provincia ha comprado los equipos de protección de riesgo biológico necesarios para el personal del hospital y del Servicio de Emergencia Coordinado.
Plan B
Teniendo en cuenta que Mendoza está en una zona fronteriza y tiene un areopuerto internacional, Saracco consideró: "Si la situación se desbordara, existe un plan de segundo nivel para el cual se han asignado zonas aisladas en Valle de Uco, el Este Mendocino y el Sur, sin necesidad de dejar fuera de servicio otros hospitales".
Con respecto a la posibilidad de que llegue por avión algún enfermo o sospechoso de ébola, Saracco indicó que es muy poco probable que suceda, a pesar de que el aeropuerto El Plumerillo es internacional.
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