Alberto Samid se presentó en la pista del Bailando junto a su bailarina, Sofía Macaggi, y despertó la polémica. La previa fue "politizada" y el rey de la carne ingresó al estudio acompañado por varias personas que entraron con bombos y entonando la marcha peronista.
El empresario tuvo tiempo de hablar de política, de sugerirle a Ergün Demir (que estaba en el estudio) que llevara a su país el mensaje que: "muchos argentinos queremos que Turquía reconozca el genocidio armenio y que no se le permitiera a Estados Unidos aterrizar sus aviones en ese país".
Como dato de color, y en beneficio de un hospital, Samid plantó un puesto de comidas rápidas en las puertas de Ideas del Sur que Marcelo Tinelli pasó a conocer y se comió una hamburguesa.
Por el lado del baile, Samid se tomó muy en serio el desafío y con el correr de los ensayos fue perdiendo kilos y ganando confianza. En la pista, la pareja se mostró algo descordinada y Samid intentó con caras y gestos disfrazar sus problemas con el baile.
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