El conductor de “Intrusos” se refirió a los fuertes dichos de Baby Etchecopar sobre Mariana Antoniale, su exmujer. “La mujer que vos describís no es Mariana Antoniale”, dijo, entre muchas otras cosas. Todos sus dichos, acá.
Jorge Rial, en la tarde del jueves, no se desentendió del tema y saltó en defensa de su exmujer. “Esta mujer que vos estás describiendo no es la mujer que estaba conmigo. Ella ama a mis hijas muchísimo. Dijiste que mi ex era una señora, pero con esa exmujer mis hijas lo único que conocieron fue dolor. Vos sabes la clase de mujer que es y sabes el sufrimiento de mis hijas”, comenzó el descargo.
“Con Mariana tuvieron amor, después hubo problemas, diferencias, no viene al caso contar qué. Eso originó ponerme entre la espada y la pared. Que me haya separado no significa nada, mucho menos abrir la puerta para aquellos agazapados que esperaban pegarle. Es de poco hombre, le hubiesen pegado cuando estaba conmigo. Nunca me mordió la billetera, lo que tiene se lo regalé yo”, agregó, bien punzante.
“Denigrás a todas las mujeres diciendo que las lindas son modelos y las feas son mucamas de una oficina. No sos el Baby que últimamente eras. Measte fuera del tarro”, siguió desde “Intrusos”.
Fue bien clara su postura: “Vos generaste esto. ¿Ahora la vas a llevar a juicio? De la nada vos tiraste la primera piedra. No voy a permitir que se hable así de ella. Me quedé mal, mi hija me llamó y no entendía qué pasaba. Lo leí a la 1 y pico de la madrugada. No quise escuchar el audio porque me enojaría más”.
“Cometí muchos errores, no soy un pelotudo, Baby, tengo 53 años. Aprendí y decidí callarme la boca. Hablo para defender a alguien que compartió la vida conmigo. Le pifiaste con el ejemplo de mi ex. Mi ex lo único que les dio fue dolor, y Mariana le dio amor. ¿Por qué elegiste a ella para pelearte si no es nadie? La dañás a ella y también a mí, porque me duele. No entiendo ese desprecio. Te pediría que lo dejes acá, no lastimes más gente al pedo”, manifestó, con mesura.
Cerró firme: “Baby, sabés que te aprecio, pero en esta te fuiste a la mierda, no me gustó nada. Me gustaría que termine acá y que recapacites. Conocés mi historia y sabés el cambio que tuve. Quedé en un lugar incómodo. Te fuiste al pasto”.
Jorge Rial, en la tarde del jueves, no se desentendió del tema y saltó en defensa de su exmujer. “Esta mujer que vos estás describiendo no es la mujer que estaba conmigo. Ella ama a mis hijas muchísimo. Dijiste que mi ex era una señora, pero con esa exmujer mis hijas lo único que conocieron fue dolor. Vos sabes la clase de mujer que es y sabes el sufrimiento de mis hijas”, comenzó el descargo.
“Con Mariana tuvieron amor, después hubo problemas, diferencias, no viene al caso contar qué. Eso originó ponerme entre la espada y la pared. Que me haya separado no significa nada, mucho menos abrir la puerta para aquellos agazapados que esperaban pegarle. Es de poco hombre, le hubiesen pegado cuando estaba conmigo. Nunca me mordió la billetera, lo que tiene se lo regalé yo”, agregó, bien punzante.
“Denigrás a todas las mujeres diciendo que las lindas son modelos y las feas son mucamas de una oficina. No sos el Baby que últimamente eras. Measte fuera del tarro”, siguió desde “Intrusos”.
Fue bien clara su postura: “Vos generaste esto. ¿Ahora la vas a llevar a juicio? De la nada vos tiraste la primera piedra. No voy a permitir que se hable así de ella. Me quedé mal, mi hija me llamó y no entendía qué pasaba. Lo leí a la 1 y pico de la madrugada. No quise escuchar el audio porque me enojaría más”.
“Cometí muchos errores, no soy un pelotudo, Baby, tengo 53 años. Aprendí y decidí callarme la boca. Hablo para defender a alguien que compartió la vida conmigo. Le pifiaste con el ejemplo de mi ex. Mi ex lo único que les dio fue dolor, y Mariana le dio amor. ¿Por qué elegiste a ella para pelearte si no es nadie? La dañás a ella y también a mí, porque me duele. No entiendo ese desprecio. Te pediría que lo dejes acá, no lastimes más gente al pedo”, manifestó, con mesura.
Cerró firme: “Baby, sabés que te aprecio, pero en esta te fuiste a la mierda, no me gustó nada. Me gustaría que termine acá y que recapacites. Conocés mi historia y sabés el cambio que tuve. Quedé en un lugar incómodo. Te fuiste al pasto”.
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