Esta vez, a la participante del Bailando le tocó bailar con el más feo. Y, encima, ¡en la puerta de su casa! Enterate con qué desagradable desecho biológico se encontró la bailarina que, rauda y veloz, se encargó de eliminar a manguerazos.
Algo huele mal en la cuadra de Gisela Bernal. Mientras espera el resultado de los exámenes de ADN que establecerán si el padre de su hijo Ian es Ariel Diwan o Fran Delgado, a la bailarina le tocó hacerse cargo de una fea. ¿Más fea que sobrellevar los cambios de humor del productor en relación al niño? Y, depende desde dónde se lo mire…
Era una tarde tranquila en el barrio de Palermo cuando en una coqueta residencia de la calle Guatemala un vaho desagradable empezó a colarse por las ventanas. La primera reacción de la dueña de casa fue asomarse. Al hacerlo se espantó de asco y horror. Porque en seguida descubrió el origen del mal olor: se trataba de un vómito reciente. ¡Puaj!
Pero no era momento para dudar, sino de ponerse en acción. Así que Gisela se arremangó y entró a buscar la manguera. Tapándose la nariz, trató de eliminar los rastros del “regalito”, aunque, en cuanto se dio cuenta de que estaba siendo fotografiada por Paparazzi, se apuró a meterse en su casa. ¿Quién habrá sido el autor de esta obra de arte impresionista que decoraba la vereda? ¡Marche otro ADN!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario