El cordobés se mostró molesto porque, según él, "no hubo predisposición" para que desplegara su personaje de chaman. Y advirtió: "Si no me cambian esta situación, me voy a ir".
Enojado, indignado, molesto, así se lo vio a Mariano Berón luego de la Gala de eliminación de este último miércoles. Y el motivo nada tuvo que ver con el juego en sí mismo ni con alguna determinación de Gran Hermano, sino con el hecho de no haber podido “desarrollar” el personaje de chaman con el que intentó animar la velada.
“Noté que no hubo predisposición de Jorge para que yo haga el personaje. Fue notorio”, expresó el cordobés en el confesionario, donde apuntó contra la producción del programa y contra Rial, el habitual conductor de la Gala.
“Hay una mala predisposición. No pueden estar hablando de Flor, de temas banales y no estar hablando conmigo cuando yo tengo un personaje al que le dedico tiempo”, agregó el grandote, quien ya en otras Galas intentó llamar la atención con algún look llamativo.
Exigente, Mariano siguió con sus quejas y no dudó en advertir que podría tomar una determinación drástica. “Si no me cambian esta situación, me voy a ir”, aseguró, para luego pedir “la Gala que me merezco”.
“Noté que no hubo predisposición de Jorge para que yo haga el personaje. Fue notorio”, expresó el cordobés en el confesionario, donde apuntó contra la producción del programa y contra Rial, el habitual conductor de la Gala.
“Hay una mala predisposición. No pueden estar hablando de Flor, de temas banales y no estar hablando conmigo cuando yo tengo un personaje al que le dedico tiempo”, agregó el grandote, quien ya en otras Galas intentó llamar la atención con algún look llamativo.
Exigente, Mariano siguió con sus quejas y no dudó en advertir que podría tomar una determinación drástica. “Si no me cambian esta situación, me voy a ir”, aseguró, para luego pedir “la Gala que me merezco”.
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