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miércoles, 13 de diciembre de 2017

Ráfaga vuelve con su formación original, más de una década después: "Esta unión se dio de forma natural"

Ariel Pucheta volverá a estar al frente del grupo. Y junto a Richard Rosales y Ulises Piñeyro habló con Teleshow del pasado, el presente y el futuro de una banda que sobrevivió a todo, empezando por el cambio cultural que acarreó la crisis de 2001 con la cumbia villera.


Con más de veinte años de trayectoria y tras estar alejado una década de la banda, Ariel Pucheta volvió a Ráfaga. Se trata del legendario cantante de la banda de cumbia que se consagró con el hit Mentirosa. Y que ahora regresa a los escenarios con un nuevo disco: el 23 de diciembre la formación original subirá al escenario para gusto de todos sus fans.
En diálogo con Teleshow, Pucheta, Richard Rosales y Ulises Piñeyro se refirieron a los pormenores del reencuentro, a cómo surgió la propuesta. Pero además repasaron los comienzos de Ráfaga y las dificultades que debieron sortear en aquellos años, como la crisis de 2001.
—Ariel, ¿cómo surge tu vuelta a la banda?
Ariel: —Feliz, porque no me lo esperaba. Fue algo mágico, por así decirlo, porque yo no tenía planeado volver porque ellos estaban bien, se los veía bien. Y de mi parte, yo también tengo mucho trabajo. Entonces, no ponía foco en la vuelta. No se me había ocurrido hasta que Ulises me llamó porque justo el cantante se iba. Y acá estoy. Pero primero me quedé callado no sé cuántos minutos…
—¿Lo llamaste y qué le dijiste exactamente?
Ulises: —No sabía si decírselo directamente o buscarle la vuelta porque nosotros realmente queríamos que vuelva, y no sabíamos cómo lo iba a tomar él. Yo no sabía cómo transmitírselo hasta que le dije: "Mirá, Ariel, nos conocemos hace un montón de tiempo…".
Ariel: —Me lo dijo así: "Mirá, yo no voy a dar vueltas. Rodrigo (el cantante) se va, nosotros hablamos con los chicos y queremos que vuelvas".
Ulises: —Y se quedó en silencio. Yo siempre quedé en una amistad.
—¿Siguieron hablando a pesar de que Ariel no tocaba mas?
Ulises: —Sí, siempre. Me ha invitado a sus cumpleaños, hemos ido a comer un asado en mi casa.
—Richard, recién, cuando llegaste, le dijiste: "Tanto tiempo…". ¿Cuánto hace que no se veían?
Richard: —No, fue una broma. En realidad necesitábamos un 10 para el equipo para que venga a jugar a la pelota. Lo de cantar es una excusa.
—¿Hace cuánto se conocen?
Richard: —Antes de Ráfaga nos conocemos del barrio, salíamos a bailar.
Ariel: —Salíamos a tocar en la fiesta de Mauro.
Richard: —Nuestro representante.
Ariel: —Tocábamos en todos los cumpleaños de la familia de él.
—¿Siempre tuvieron la misma química?
Ulises: —Sí. Creo que yo tenía 12 años cuando empezamos.
Richard: —Éramos re insoportables. Porque nosotros tocábamos y él, a los 12 años, ¿qué quería hacer? Romper las pelotas. "Para, pibe, esto es música. ¿Querés jugar a la pelota? Andate". 12 años, ahí, molestando… Hasta que insistió tanto que lo pusimos.
—¿Con que soñaban cuando recién comenzaban?
Ariel: —Obviamente que al principio no soñábamos con eso porque era algo que no lo teníamos ni en cuenta.
Richard: —No pensábamos salir de nuestra provincia.
Ariel: —Claro. Ya era un logro salir de Buenos Aires.
Richard: —Nuestro sueño era ir a tocar al "Gigante", al baile donde íbamos a bailar. No veíamos más allá.
Ariel: —Es más, yo antes de entrar al grupo los veía tocar en ese boliche cuando iba a bailar, y después entré a tocar con ellos. O sea, yo los conozco de antes todavía.
—Los tenías como ídolos…
Ariel: —Claro. Ellos eran mis ídolos. Nos peleábamos por las mismas chicas.
—¿Quién era el más ganador ahí?
Richard: —El que tenía más plata el fin de semana.
Ariel: —El que tenía algo para comprar.
Richard: —Veníamos de muy abajo. Ariel cantaba en su grupo de barrio, nosotros con Mauro teníamos nuestro grupo. Nos conocíamos que cantaban en tal grupo, y así.
—Se fue dando todo naturalmente…
Richard: —Sí. Después, en el grupo que estábamos con Mauro necesitábamos un cantante y uno (de nosotros) lo conocía a él, y ahí nos conocimos. Después perdimos contacto, cada uno comenzó su historia, uno en la facultad, el otro seguía trabajando, y dejamos la música. Yo me tiré a hacer un poquito de rock and roll. Nos enteramos luego que una persona estaba armando un grupo que se iba a llamar "Ráfaga", y que andaba buscando músicos, cantantes, y ahí él se presenta como cantante del grupo y nos busca a nosotros.
Ariel: —Claro. Quedo yo. Aparte de ser un grupo de barrio ya éramos amigos, nos juntábamos para las Fiestas o para lo que fuera con las familias. Y un día, cuando yo soy el primero en entrar en "Ráfaga" y de quedar como cantante, empiezo a llamar a mis amigos, a los que yo confiaba que eran buenos músicos para el grupo.
Richard: —Vos creías…
Ariel: —Yo creía. Ahí lo llevo primero a Mauro. Richard no quería, me decía: "Ya está, yo no quiero saber nada, ya me anoté en la facultad". Le dije que no, me fui hasta la casa hasta que lo convencí.
Richard: —Junto con Mauro. Entre los dos me convencieron.
Ariel: —Le dije: "Dale, dale, probá la última vez". Y así se fue dando. Ulises entró después porque era más chico.
Richard: —Menos mal que se me dio porque sino mi viejo me echaba de casa.
— Todas las letras de Ráfaga hablan de mujeres mentirosas, engañadoras… ¿Por qué?
Ulises: —Porque las mujeres son malas.
—¿Tuvieron malas experiencias?
Ulises: —Nos hicieron sufrir mucho. Por eso.
—¿Quién es el protagonista de estas canciones?
Ariel: —Hay varios autores.
Ulises: —Hay de todos. Es una ensalada de fruta.
Ariel: —No hay uno solo que componía. No importaba quién compusiera, sino que las canciones estuvieron buenas. Tal es así que Ráfaga no tuvo un único éxito, como la mayoría de los grupos que salieron que siempre tienen un tema y el resto son medianamente conocidos. Cuando estaba yo, Ráfaga tenía cuatro temas hit, hit, que hasta el día de hoy siguen sonando. Y ahora tienen "La cerveza", otro hit, hit. Ese trabajo está bueno para mantener bien vivo a Ráfaga.
—¿Qué te pasó cuando escuchaste "Una cerveza"?
Ariel: —En principio no me gustaba, realmente. Creo que a muchos les pasó: sentía que no era el estilo de Ráfaga. La verdad era eso. Después, obviamente, soy cero visionario porque la rompió todo y ahora la cantó yo. Y ahora me gusta. No soy de salir mucho pero o a Richard le mandaba los videos cantando "Una cerveza" en los boliches. Y él andaba en España, por todos lados.
—En Estados Unidos también suena.
Ulises: —En Estados Unidos sí, pero más que nada por la parte latina. Nosotros viajamos mucho a Europa, España. Hay muchos grupos argentinos que van a Europa pero la mayoría tocan en las colonias latinas. No vas a ir a Madrid porque no nos va a conocer, pero en la parte del norte, en lo que es Asturias, Galicia, Bilbao, suena Ráfaga. Y nos escuchan los españoles.
—¿Qué les pasa cuando hacen un cover de alguna de sus canciones y las cambian? ¿Eso les molesta?
Richard: —No.
Ulises: —"Una cerveza" creo que está hasta en (ritmo) heavy. El otro día la vimos con un grupo brasilero en un estadio.
Ariel: -Un grupo, "Capim cubano", tiene como hit "Mentirosa".
—Ariel, ¿qué es lo que más extrañaste de la banda? ¿Y qué es lo que la banda extrañó más de Ariel?
Ariel: —Extrañé mucho la mayoría de las cosas de ellos: la profesionalidad que tenían como músicos. Me costaba decir eso con algunos músicos. Con eso se nace. Había chicos que no cuidaban su instrumento o no tenían los instrumentos bien y vos decís: "Loco, estás laburando en un lugar de elite…", porque si bien dejé de viajar como viajaban ellos, yo trabajaba en los mejores lugares en Buenos Aires, o en Argentina. Extrañaba mucho eso. Cuando empezó Ráfaga todos salíamos del barrio, como todos los músicos que yo tengo, y de repente el productor decía: "Vos vas a tocar el teclado; bueno, tenés que comprarte tal teclado". Y yo no tenía ni un peso. ¿Pero qué hacía? Salía a pedir prestado porque quería estar.
—Aprovechar la oportunidad.
Ariel: —Claro. Eso es lo que siempre extrañé de la banda. Después, bueno, las cosas en vivo que hacíamos. Es más, nos juntamos ahora y nos empezamos a acordar cosas que nos causan mucha gracia. Volvió un poco esa química que hubo siempre.
—¿Y qué extrañaron de Ariel?
Richard: —Como te decía él: nos conocemos de hace mucho. Cuando te habla te tira una anécdota o un chiste en medio de la conversación, y en eso nos identificamos mucho porque nosotros somos así, muy de barrio, muy espontáneos. Y también necesitábamos un 10 para el equipo. Para nosotros volver a los orígenes con Ariel es un desafío y también escuchamos a la gente. "Se va Rodrigo, ¿y qué hacemos?". Entonces mucha gente quería esto, no ahora, ya de antes. Con todo el respeto que se merece Rodrigo, que estamos muy agradecidos con todo lo que nos ha brindado. Yo decía que en algún momento esta carta la íbamos a jugar: el regreso de Ariel, el reencuentro. No sabíamos cuándo.
Ariel: —Con el momento en el que estamos, la edad que tenemos y nuestra tranquilidad mental, creo que la unión llegó en un buen momento. Se dio de forma natural.
Richard: —No es que lo veníamos diagramando.
Ariel: —Me pasó lo siguiente. Yo tenía una sociedad con otro compañero que trabajaba conmigo hace 11 años. Cuando me fui de Ráfaga, tomé una decisión: tenía mi banda que se llamaba "La otra Dimensión", y quería volver a ser solista; también quería disolver la sociedad. Estaba armando mi equipo como para salir en 2018 con un disco, preparando las canciones, hasta que me llamó Ulises…
-Y cómo banda, ¿qué dificultades tuvieron que transitar?
Ulises: —Y… todo.
Ariel: —Bastante difícil fue. Cuando me fui de Ráfaga era un momento muy complicado del país, donde cambió el género de música, dio un giro de 180°: entró la cumbia villera. Y nosotros no íbamos a hacer cumbia villera. Ellos sacaban su disco. Yo, por mi lado, un disco de amor súper hermoso: no lo escuchó nadie. Pero porque estaba la cabeza en otra cosa.
Richard: —Había mucha crisis en ese momento. La economía golpea en lo cultural en todos los sectores. Acá hubo como un retroceso.
—¿Cómo salieron delante de eso?
Ariel: —Con perseverancia.
Richard: —Tuvimos que incursionar en el mercado que teníamos ahí, que era el europeo. Nos pasábamos tres o cuatro meses en España. A muchos chicos les pasó que nacieron sus hijos y los conocieron después.
Ariel: —A mí me pasó lo mismo. En realidad estuve en el nacimiento de mi hija y al otro día viajé cinco días. Volví. Estuve 15, 20 días y viajé tres meses y medio con ellos, a Europa. Cuando volví, mi hija ya tenía cuatro meses y medio.
—¿Se arrepienten de perderse algunos momentos familiares?
Richard: —Sí. Todo el tiempo.
Ariel: —Ellos perdieron más momentos que yo porque siguieron viajando. Cuando yo dejé la banda viajé muy poco. Y hace casi diez años que ni viajo. Estoy acá. Entonces, es como que recuperé.
Ulises: —Ahora va a empezar a viajar.
Ariel: —Otra vez. Pero vamos hacer cosas también.
Ulises: —Es que es muy difícil, de verdad. Una vez hicimos un mes y medio en Estados Unidos, volvimos a Argentina, nuestras familias nos fueron a ver dos horas al aeropuerto porque nos íbamos tres meses.
Ariel: —Yo me preguntaba muchas veces cómo hacen…
Ulises: —Lo que pasa que acá no se trabajaba nada. Es la realidad. Hoy en día tenemos mucho trabajo acá y en todos lados, gracias a Dios, pero en ese momento no. Fue lo que dijo Ariel: el país dio un cambio. Y como dijo Richard también, culturalmente nos afectó mucho porque hacemos música de amor o desamor, pero simplemente de eso.
—¿Cómo soporta una pareja el estilo de vida que llevan?
Ulises: —Sigamos con el 2001…
Richard: —Es muy complicado. Es muy difícil. Uno se pone en el lugar de tu pareja y no es fácil. Te quedás con los chicos, criándolos, pero vivimos en un país donde realmente es muy difícil poder vivir de la música.
Ariel: —Siempre dijimos que si en Ráfaga hubiésemos tenido acá el mismo éxito que tuvimos en cualquier otro país, seríamos millonarios.
Richard: —Por los géneros. Cuando nos encontramos con este mercado había cosas que realmente no las entendíamos porque había contratos leoninos, pero ya venían de antes. Y de repente, te comparabas con otros grupos de otros géneros, de otros países, y capaz que el éxito el mismo pero eran multimillonarios.
Ariel: —Es más. A veces teníamos más éxito que los otros y vos decís…
Ulises: —¿En qué fallamos?
Ariel: —En el género. El género a veces te condiciona a muchas cosas. Por ahí publicidades, cosas que no nos pasaban en el exterior. Cuando fuimos a Rumania teníamos de sponsor a Marriott, éramos Los Beatles ahí. Pero acá no sucede ni de casualidad.

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