Tremendo, dramático. La chica Gran Hermano más cool de este mundo, Silvina Luna, está pasando por un momento muy triste. Claramente, cuando ella, allá por 2011, decidió meterse un montón de plástico en distintas partes del cuerpo, mezclado con grasa propia, no sabía que las consecuencias serían tan nefastas.
Claro que nada malo hubiese pasado, dice ella, de no intervenir el médico Aníbal Lotocki, quien le inyectó los plásticos y le sacó la grasa. Lotocki está siendo investigado por mala praxis a raíz de una demanda que la DJ súper hot le puso en la Justicia
El caso es que las consecuencias horribles que le ha dejado el turgente cuerpo que obtuvo para las cámaras son muchas. Leyó Rial (escribano actuante ante cámara): “Hoy en día toma 7 pastillas por día, 3 litros de agua, no puede comer carne y no puede tomar alcohol. Tiene el riñón funcionando al 33%; dolores constantes y, por un tratamiento con una droga que es abortiva, no puede ser madre”. Eso sí, el lomazo no se lo quita nadie.
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