Amalia Granata salió con los tapones de punta a desmentir unos supuestos mails en los que el economista le propone no volver a hablar más de Salazar a cambio de “ayudarla con el alquiler”. "Tengo pruebas para demostrar que es ella la que manda correos desde la casilla de él",se defendió.
Luego de que en Los Ángeles de la mañana se mostraran supuestos mails en los que Martín Redrado le propone a Granata no volver a hablar más de Luciana Salazar a cambio de “ayudarla con el alquiler", Amaliasalió rápidamente al aire a dar su versión de los hechos: “Me da pena tener que contar una situación que, encima, la va a lastimar a ella. Lo tenía muy reservado, pero cuando me empiezan a ensuciar… Martín no escribió ese mail porque es trucho. Redrado me prestó plata una vez para pagar el mecánico y se la devolví. Y otra vez para las expensas y también se la devolví”, aclaró.
“Luciana en Washington le hackeó todas las cuentas de mail y se creó otra casilla. Esos mails los escribió Luciana, que le había hackeada la casilla. Te juro por mi hija que es así, me da pena por ella que no pueda ver la realidad de las cosas”, agregó.
En simultáneo, Analía Franchín comentó que estaba hablando en ese momento con el economista. “Yo no le envié nada a nadie. Estoy concentrado en mi desafío profesional”, fueron las palabras de Redrado para la periodista en medio de tanta confusión. Y, por si todavía le faltaba algo a esta historia de enredos, Salazar también mandó mensajes. “Luciana me está diciendo que ella te mandó los mails con la autorización de Martín”, leyó Franchín.
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